FANDOS PONS, PEDRO
La Ley 13/2015, de 24 de junio supone un cambio radical al permitir, por primera vez, la inscripción de la georreferenciación, preferentemente catastral y subsidiariamente alternativa, extendiendo los efectos de la inscripción a datos como la geometría de la finca, incorporando archivos electrónicos a asientos registrales en soporte papel. Se instaura un sistema de coordinación entre el Catastro y el Registro basado en el uso de las nuevas tecnologías y el intercambio de información, pionero en Europa. Se regulan una serie de expedientes para resolver discrepancias entre el Registro y la realidad física extrarregistral y lograr coordinación con el Catastro. Pero, su deficiente técnica jurídica y enrevesada redacción provocan problemas de aplicación práctica. En el presente libro se analizan sus errores y aciertos y se proponen mejoras para normalizar su aplicación.
