El último que salga de este sueño apagará la luz, lo sepa o no. Y de nuestro jardín de días raros, de rostros como nubes extranjeras y veranos de paso, no quedará una huella ni ojos que la busquen.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.