KIMEL, DORI
La teoría liberal del contrato está tradicionalmente asociada con la idea de que el derecho contractual puede ser explicado simplemente como un mecanismo para exigir el cumplimiento de las promesas. Este libro se aparta de esta tendencia ofreciendo una teoría del derecho contractual basada en una cuidadosa indagación filosófica, no solo de las similitudes sino también de las tantas veces obviadas diferencias existentes entre el contrato y la promesa. Sobre la base del análisis de una serie de cuestiones relativas a los fundamentos morales de las obligaciones que surgen de las promesas y aquellas que surgen de los contratos, de las relaciones en el contexto de las cuales típicamente emergen, y de la naturaleza de las instituciones jurídicas y morales que las fundamentan, este libro propone abandonar la idea hipersimplificada de que el derecho puede replicar sistemáticamente las instituciones morales o sociales existentes, o simplemente exigir el cumplimiento de los derechos o las obligaciones que estas instituciones generan, sin alterar dichas instituciones en el proceso y dejando intactas sus cualidades intrínsecas. En lugar de ello, la obra ofrece una tesis sorprendente que concierne no solo a las relaciones entre el contrato y la promesa, sino también a las distintas funciones y valores que subyacen al derecho contractual y que explican la obligación contractual.
Además, muestra que esta tesis tiene una repercusión importante sobre cuestiones teóricas y prácticas tales como la elección del remedio en caso de incumplimiento del contrato, y consideraciones más amplias en materia de moralidad política, tal como el alcance adecuado de la libertad contractual y el papel que le cabe al Estado en el moldeado, y la regulación, de la actividad contractual. Los argumentos que este libro postula con respecto a estas cuestiones, si bien están claramente enraizados en principios liberales de moralidad política, muchas veces llevan a conclusiones muy diferentes de aquellas tradicionalmente asociadas con la teoría liberal del contrato, otorgándole así un nuevo impulso en miras a las críticas tanto tradicionales como contemporáneas de que ha sido objeto.