ÁLVAREZ CARREÑO, SANTIAGO
La pandemia de Covid19 y la actual guerra en Ucrania, además de generar una grave crisis económica y social, están evidenciando el vínculo existente entre la lucha contra el cambio climático y la política energética, además de poner en riesgo la vida de las personas y agravar la crisis de la bioesfera.
Nuestra relación con la naturaleza debe cambiar drásticamente y, por desgracia, los datos disponibles no permiten detectar el necesario cambio de tendencia. Sin embargo, también se han abierto algunas puertas a la esperanza: el retorno de EEUU al Acuerdo de París, la implantación mundial masiva de energías renovables o la desinversión mayoritaria en activos relacionados con los combustibles fósiles son algunos indicadores internacionales de un cambio muy positivo. En Europa, el New Green Deal fija una hoja de ruta que se materializará mayoritariamente a través de los fondos Next Generation, que deben ser orientados en un alto porcentaje a inversiones de mejora ambiental y social. En España, la por fin aprobada Ley de Cambio Climático, o la Estrategia de Economía Circular, aunque sin duda requieren de mucha mayor ambición en sus objetivos, suponen un avance.
La presente monografía, fruto del reciente Congreso Internacional sobre Derecho de la Biodiversidad y del Cambio Climático (Universidad de Murcia, 2 y 3 de junio de 2022), permite una reflexión sobre cuestiones auténticamente esenciales para el devenir del mundo en los próximos decenios, donde deben alcanzarse objetivos vitales para la humanidad y donde el Derecho juega un papel fundamental en el equilibrio de intereses y en la definición de los objetivos que debemos garantizar.
