Caspar David Friedrich ecía que descubrir el espíritu de la naturaleza era la gran tarea de la obra de arte, y que para ello el artista debía prestar atención a la voz de su interior.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.