LA RUBIA DE PRADO, LEOPOLDO
La abstracción y el arte nacieron juntos. Su recorrido está envuelto en un halo misterioso y simbólico cuyo recorrido llega hasta nuestros días. Esta trayectoria se ha forjado desde el Paleolítico superior hasta las Neovanguardias, y ha pasado por el Neolítico, los petrograbados mesoamericanos, las edades Antigua y Media, el arte islámico y prehispánico, las Vanguardias, y los estilos que se desarrollaron tras la Segunda guerra mundial como el expresionismo abstracto, la abstracción post-pictórica, y el minimalismo. Múltiples emplazamientos son testigo de este desarrollo: desde las paredes de Altamira y Chauvet, a los petroglifos de los semidesiertos de Coahuila y Nuevo León (México), o las paredes de la National Gallery of Art de Washington, D.C.