BOLTANSKI, LUC
Además de ser una práctica de alcance universal, el aborto es legal en la mayoría de los países occidentales. Este hecho, que lo ha introducido en el ámbito público, no evita sin embargo que permanezca confinado en el espacio que se reserva a lo oficioso, y ello como consecuencia de un pacto tácito, de mala fe social.
Apoyándose en un centenar de observaciones efectuadas en medios clínicos y en cuarenta charlas en profundidad con mujeres que han pasado por la experiencia del aborto, además de en datos tomados de la historia y la antropología, Luc Boltanski explica ese rechazo. El aborto ha de quedar en la sombra porque revela una contradicción presente en el núcleo mismo del contrato social: la que opone el principio de la singularidad de los seres al postulado de su naturaleza reemplazable, sin el cual ninguna sociedad conseguiría renovarse demográficamente.
Luc Boltanski se ve entonces abocado a plantear la cuestión del engendramiento y a analizar las restricciones, esencialmente simbólicas, que presiden la entrada de los seres humanos en la sociedad restricciones antinómicas que tienden a quedar difuminadas por efecto de diferentes tipos de arreglo social. Lo que constituye al ser humano no es el feto, que se inscribe en el cuerpo, sino su adopción simbólica. Ahora bien, dicha adopción conlleva la posibilidad de discriminar entre un conjunto de embriones por lo demás indistinguibles. En el plano social, y a veces en el individual, el carácter arbitrario de esa discriminación se hace difícil de soportar. Según muestra Luc Boltanski, la contradicción se vuelve llevadera mediante una especie de gramática categorial: al feto-proyecto a quien los padres, gracias a la palabra, adoptan y acogen como a un ser nuevo al proporcionarle un nombre se opone el feto-tumoral, es decir, el embrión accidental no llamado a constituirse en objeto de un proyecto vital.
Gramática, vivencia relatada y perspectiva histórica confluyen en esta obra para convertir la práctica del aborto, admitida desde hace décadas como acción políticamente legal, en una experiencia destinada a resultar, de ahora en adelante, socialmente audible.