ASTUDILLO MUÑOZ, JORGE
Las modernas democracias requieren para su éxito de ciudadanos y ciudadanas empoderados en su rol fundamental: Ser titulares de la soberanía. En la medida que la ciudadanía se involucre activamente en el proceso político y en el juego democrático el ejercicio de poder dejará de ser un resorte que solo busca satisfacer intereses particulares, mejorará el control ciudadano y con ello disminuirá la corrupción. Si todo esto se consigue el Estado se acercará a cumplir su finalidad última: el engrandecimiento de la persona humana.