BARICCO, ALESSANDRO
Alessandro Baricco presentaba la edición italiana de Seda, que tuvo un éxito extraordinario en su país, con estas palabras: Esta no es una novela. Ni siquiera es un cuento. Esta es una historia. Empieza con un hombre que atraviesa el mundo y acaba con un lago que permanece inmóvil, en una jornada de viento. El hombre se llama Hervé Joncour. El lago, no se sabe. Se podría decir que es una historia de amor. Pero si solamente fuera eso, no habría valido la pena contarla. En ella están entremezclados deseos y dolores que se sabe muy bien lo que son pero que no tienen un nombre exacto que los designe. En todo caso, ese nombre no es amor. Esto es algo muy antiguo. Cuando no se tiene un nombre para decir las cosas, entonces se utilizan historias. Así funciona. Desde hace siglos. Todas las historias tienen una música propia. Esta tiene una música blanca. Es importante decirlo porque la música blanca es una música extraña, a veces te desconcierta: se ejecuta suavemente y se baila lentamente. Cuando la ejecutan bien es como oír el silencio y a los que la bailan estupendamente se les mira y parecen inmóviles. La música blanca es algo rematadamente difícil. No hay mucho más que añadir. Quizá lo mejor sea aclarar que se trata de una historia decimonónica: lo justo para que nadie se espere aviones, lavadoras o psicoanalistas. No los hay. Quizá en otra ocasión. «Es una historia misteriosa, lacónica, perfecta.» (Mario Vargas Llosa) «No paro de recomendar Seda.» (J. Martí Gómez, La Vanguardia)
Biografía del autor
Alessandro Baricco (Turín, 1958) es autor de las novelas Tierras de cristal (Premio Selezione Campiello y Prix Médicis Étranger), Océano mar (Premio Viareggio), Seda, City, Sin sangre, Esta historia y Emaús, publicadas en esta editorial, igual que el monólogo teatral Novecento, la majestuosa reescritura de la Ilíada de Homero y los ensayos recogidos en Next (Sobre la globalización y el mundo que viene) y en Los bárbaros (Ensayo sobre la mutación). Baricco dirigió el programa de libros Pickwick para Raitre, que «invitó a los italianos a redescubrir el placer de la lectura» (Claudio Paglieri), y en 1994 fundó en Turín una escuela de técnicas de escritura, llamada Holden (como homenaje a Salinger), que ha tenido, bajo su dirección, un éxito clamoroso. A partir de Seda, que se ha convertido en un long seller ininterrumpido, tanto en Italia como internacionalmente, se consagró como uno de los grandes escritores italianos de las nuevas generaciones.