SANTIAGO SANCHEZ GONZALEZ
A comienzos del siglo XV la Iglesia castellana arrastraba problemas del pasado, lejano o reciente, consecuencia de su propia situación interna, de la generada en torno al Cisma, de sus relaciones con el poder o con otros grupos sociales. Además, la Iglesia tuvo que hacer frente a nuevas demandas, por ejemplo las que existían entre los miembros de algunas órdenes religiosas y que dieron origen a la reforma, o las motivadas por la conversión de una parte de la población judía al cristianismo. De algunos de esos problemas abordamos su estudio a continuación.