GUSTAVO LOPEZ, DAVID / GUTIÉRREZ ÁLVAREZ, RAMÓN
En el siglo X, cuando la noticia de la tumba del Apóstol ya se había extendido por el mundo occidental -legendariamente fue descubierta en el año 813- las tierras de la Meseta no eran todavía seguras por hallarse demasiado en la periferia de los reinos cristianos, donde el bandidaje y las incursiones musulmanas eran frecuentes. Por eso, en un principio, los peregrinos fueron siguiendo caminos más al norte, dando origen a un Viejo Camino a Santiago o Camino de la Montaña -hoy, Camino Olvidado-, cuyo itinerario recorría la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, aprovechando antiguos caminos romanos y medievales. Este Viejo Camino alcanzó renombre durante los siglos X, XI y parte del XII, aunque fue reduciendo paulatinamente su tráfico de peregrinos a medida que las fronteras avanzaban hacia el sur y los caminos meseteños, más fáciles de recorrer, resultaban más seguros, dando nacimiento al llamado Camino Francés, que encontró grandes valedores en los reyes cristianos de la época, como Sancho III de Navarra y Alfonso VI de León y Castilla.
El Camino Olvidado, recientemente reconocido por la Junta de Castilla y León como Camino Histórico, parte de Bilbao -Desde Irún hasta esta ciudad su trazado coincide con el Camino del Norte-, atraviesa Vizcaya, sur de Cantabria, el norte de las provincias castellanas de Burgos y Palencia y la leonesa de León hasta Villafranca del Bierzo, desde donde continuaba hacia Compostela por el mismo trazado que después siguió el Camino Francés.
En total son 526 kilómetros divididos en veintidós etapas, doce de las cuales, con 245 kilómetros, corresponden a la provincia de León. Es un bellísimo viaje a través de montaña, plagado de historia, cultura, patrimonio, espiritualidad y gastronomía, en el que la huella santiaguista pervive con tanta fuerza como en el Camino Francés: toponimia, monasterios, iglesias y ermitas dedicados a Santiago, iconografía y leyendas jacobeas.
La obra que comentamos describe con detalle, a modo de guía turística, el tramo de la provincia de León. Inicia la marcha en Velilla del Río Carrión, todavía en Palencia, y sigue, atravesando pintorescos pueblos de montaña y ribera, hasta cubrir doce etapas y cruzar localidades de nombre más conocido e historia imperecedera, tales como Cistierna, Boñar, La Vecilla, Vegacervera, La Robla, Canales-La Magdalena, Riello, Fasgar, Igüeña, Congosto y Villafranca del Bierzo.