POZO MARÍN, ALEJANDRO
La acción humanitaria puede producir un impacto negativo no intencionado en las mismas personas a las que se pretende ayudar. Se trata de un impacto exagerado fuera del sector y minimizado en su seno, inherente, existente potencialmente incluso en el caso de un desempeño excelente. Este libro analiza ese efecto en contextos de guerra, centrándose en el impacto negativo, admitiendo la injusticia de abordar un trabajo que merece aplauso desde su cara menos agraciada. La intención no es prescribir cómo se deben hacer las cosas, sino explicar y analizar los dilemas a los que se enfrentan las organizaciones humanitarias. Con todo, la exposición transparente de dificultades, limitaciones, dilemas imposibles y lecciones no aprendidas no debe leerse como una colección de razones para que sociedades, donantes y gobiernos impongan medidas más restrictivas ni como argumentos para evitar la asistencia en zonas de guerra. El desconocimiento de la complejidad del trabajo humanitario en esos lugares y la subordinación de la acción humanitaria a otras agendas ha provocado una mayor intolerancia al impacto no intencionado y una mayor aversión al riesgo. Como resultado, la asistencia ha sido deficitaria o no ha llegado a muchísimas personas en teoría prioritarias para los actores humanitarios. Esta publicación debe leerse, precisamente, como una llamada a trabajar en contextos de conflicto armado, con la determinación de gestionar responsablemente las dificultades inherentes.
