MARTINEZ RODRIGUEZ, ALEJANDRO
"Aquellos días de mayo de 1962 fueron momentos en los que el hacho, la punterola, el martillo y la barrena dejaron de sonar en las entrañas del la tierra. El silencio se apoderó de la mina, el discurrir del agua, el crujir de la madera, los pasos, las respiraciones y el latir del corazón de quienes realizaban tareas de manteamiento restañaban en el fondo de saco como un clamor que pedía justicia. Hoy esas minas están silenciadas por otros motivos, pero al igual que siguen atesorando millones de toneladas de mineral, también son ricas en historias. Por tanto, es de justicia poner fin a ese silencio impuesto y autoimpuesto. Evitar que las galerías de la historia se inunden con el manto del olvido, del abandono. Achicar agua, poner luz, dar tira para recuperar lo que nos pertenece."
Atronar o tronar es la expresión que se utiliza en el argot minero para definir el proceso de disparar con dinamita una capa de carbón cuando está muy dura y así poder extraerlo con mayor facilidad. Las huelgas que los mineros y otros trabajadores y trabajadoras protagonizan en 1962 y 1963, si bien no consiguen demoler el edificio de la dictadura, si consiguen tronarlo, hacer fisuras por las que colarse y crear los instrumentos para empezar a tirarlo.
Las huelgas mineras de 1962 en diversos puntos de España, el surgimiento de las primeras Comisiones Obreras estables en el Valle de Laciana y el impulso que vive la oposición tras estos acontecimientos, lo convierten en el acontecimiento más importante del movimiento obrero de postguerra. Por número, por extensión, por impacto y por revulsivo.
Ahí estaba la razón minera como un ariete fundamental dirigido una y otra vez contra las puertas de la fortaleza del Régimen, como expresaba Manuel Vázquez Montalbán. Quienes nos han estudiado desde fuera, como el británico Joe Forewaker, han llegado a la conclusión de que la democracia solo puede conseguirse, nunca se puede otorgar. Este libro habla de la gente que la hicieron posible:
no habla de la gente famosa y afortunada, sino del valor y del sacrificio de la gente corriente. Pretende devolver este pequeño fragmento de la historia democrática a las personas que la escribieron.
Describiremos el contexto económico, político y social de sus luchas, contextualizándolo en la lucha general frente a la dictadura. Pondremos piel, cara, rostro y sentimiento a sus protagonistas. Le daremos la palabra, recogiendo sus testimonios directos, a quienes se lo jugaron todo. Hombres y mujeres que para enfrentarse al franquismo tuvieron que luchar contra el miedo, un miedo que se masticaba, y se pusieron de frente, mirando en silencio a los ojos de la dictadura, gritando: Libertad.