MUÑOZ MACHADO, SANTIAGO
La regulación de la economía por los poderes públicos no es un
fenómeno jurídico nuevo, en cuanto que siempre han existido normas de
ordenación e intervenciones administrativas en los sectores más
relevantes.
Sin embargo, a partir de los años ochenta del siglo pasado se inició,
casi simultáneamente en toda Europa, un proceso de privatización de
empresas que operaban en sectores económicos esenciales y que con
anterioridad eran de titularidad pública. El Estado abandonó
rápidamente su posición de gestor de empresas. Al mismo tiempo que su
capital pasaba a manos privadas, se adoptaron medidas de
liberalización de los indicados sectores económicos, algunos de los
cuales organizados antes como monopolios, imponiendo la igualdad de
condiciones en el mercado y la competencia entre operadores.
La ordenación de la economía liberalizada no se dejó, sin embargo, por
completo, a las fuerzas del mercado, sino que se aprobaron normas,
habilitaron intervenciones administrativas, se declararon derechos e
impusieron obligaciones a las empresas. Estas actuaciones públicas
emplearon técnicas e instrumentos no experimentados en nuestra
tradición jurídica o reconfiguraron los conocidos para adaptarlos a
los nuevos principios de relación del Estado y el mercado.
Este conjunto de normas, instrumentos y técnicas de ordenación,
supervisión e intervención, se agrupan en la denominada regulación
pública de la economía. Sobre su disciplina jurídica se han publicado
muchos estudios monográficos en los últimos años, pero era precisa
una sistematización y explicación general. Este último es el objetivo
de esta obra. Su primer volumen analiza los fundamentos e
instituciones esenciales del derecho de la regulación. Los sucesivos
estudian las peculiaridades de la regulación en cada uno de los
principales sectores de la economía