LINACERO DE LA FUENTE, MARÍA
El Tratado de Servidumbres que se presenta, contiene un estudio riguroso y profundo pero novedoso sobre este derecho real. A pesar del abolengo y antigüedad de la gura, la obra analiza el acervo tradicional existente y, en determinados puntos, revisa críticamente postulados secularmente repetidos acaso por inercia o simple rutina, ofreciendo perles rigurosamente nuevos de esta categoría jurídica. Nos atrevemos a decir que hay materias en las que, a modo de hito, podrá diferenciarse un "antes " y un "después? del presente Tratado. Se trata de una obra llamada a convertirse en referente dentro del panorama cientíco español en una materia clásica y de indudable trascendencia práctica, especialmente compleja y litigiosa. El libro que se publica, se estructura en 12 Capítulos divididos en dos partes, claramente diferenciadas, como resulta del cuidado índice que inaugura la obra. La primera parte, titulada El Derecho real de Servidumbre: Régimen general, está integrada por seis Capítulos, que versan sobre el concepto, naturaleza, caracteres, clases, constitución, extinción y protección de las servidumbres. La segunda parte, Servidumbres legales, está formada por seis Capítulos relativos a la servidumbre de aguas, servidumbre de paso, medianería, régimen de luces y vistas, desagüe de edicios, daños por humedades y distancias y obras intermedias para ciertas construcciones y plantaciones e inmisiones, concluyendo cada Capítulo con unos útiles y completos Anexos de jurisprudencia y bibliografía. Constituyen señas de identidad del libro, el estudio de la legislación y de la doctrina y, especialmente, el constante manejo de la jurisprudencia que, en algunas materias, como luces y vistas, a propósito de la distinción entre servidumbres positivas y negativas, es objeto de una profunda revisión crítica. La metodología de la obra se ha diseñado con una rme aspiración de rigor, exposición ordenada y perspectiva práctica de los temas. Se trata de una obra sustentada en un sólido armazón cientíco, que tiene la vocación de permanencia y continuidad disciplinar propia de los Tratados clásicos En suma, este Tratado de Servidumbres, está llamado a convertirse en un valioso medio como fuente de conocimiento y en un texto indispensable para la útil consulta teórica y práctica de estudiosos, juristas y profesionales del Derecho.