RUBIO, ANTONIO
Si el mayor activo de una organización son las personas que la componen, la mejora permanente de sus habilidades profesionales es una exigencia con claros efectos en su competitividad y productividad. En un entorno cambiente y de máxima competencia, las universidades corporativas han proliferado por la necesidad de las compañías de gestionar su conocimiento interno, dotar a sus empleados de una formación específica ajustada a su perfil profesional y crear una herramienta de implantación de la estrategia.