PUCHOL, LUIS
Enhorabuena! Después de semanas, incluso después de meses de enviar currículos a cuantos anuncios, de cerca o de lejos, se relacionaban con tu perfil, hoy has recibido una llamada telefónica citándote para una entrevista de trabajo. Bueno, la verdad es que tu alegría y tu expectación están un poco matizadas por cierto sentimiento de aprensión: ¿Qué me preguntará el entrevistador? ¿Cómo debo ir vestido/a a la entrevista? ¿Cómo puedo prepararme para este acto? ¿Qué les puedo preguntar? Si me preguntan que cuánto quiero ganar, ¿qué les diré? Y si me pongo nervioso/a, ¿qué haré?.. la lista de interrogantes, conforme se acerca el día y la hora de la entrevista, se hace cada vez más larga. Las estadísticas que se manejan acerca de la entrevista de trabajo afirman que, en algunos casos, especialmente cuando el candidato envía su currículo en respuesta a un anuncio de prensa, es probable que su carta se encuentre con unas doscientas o más que pretenden el mismo puesto que él o ella. De las doscientas cartas, solo unas veinte personas son citadas a entrevista, y de ellas, en muchos casos, solo va a conseguir el traba