VELA DÍAZ, RAQUEL
Este trabajo, novedoso y riguroso e intedisciplinar, aborda, ante la creciente presencia de mujeres trabajadoras extranjeras en España, la manera en que se combinan la Política y Derecho de Extranjería con la Política y Derecho del Empleo, desde una perspectiva de género.
Este trabajo de investigación es el resultado convenientemente depurado de la Tesis Doctoral realizada por la autora, cuyo enfoque y contenido original aporta una revisión crítica y propositiva a la luz de una cambiante realidad socioeconómica del trabajo, que es el núcleo en torno al cual se apoyan fundamentalmente las migraciones. De ahí la trascendencia que la perspectiva laboral alcanza en su estudio y comprensión.
La feminización de los flujos migratorios ha venido identificándose como una de las tendencias clave de la «nueva era de la migración». Una feminización que por otro lado, ha sido más acusada en el Estado español que en otros países europeos de tradición inmigratoria. A pesar de la existencia de significativas aportaciones doctrinales desde el ámbito jurídico-laboral, la mayor parte de las investigaciones que han abordado la problemática del empleo de las personas extranjeras, lo han hecho desde una perspectiva general y aglutinadora de esta población. A su vez, los principales estudios realizados en las últimas décadas en relación con las migraciones femeninas, se han llevado a cabo fundamentalmente desde el campo de la Antropología, la Sociología, la Historia y la Economía. La autora ha tratado por tanto de cubrir una carencia de tratamiento doctrinal actualizado en este ámbito, atendiendo y teniendo presentes las particularidades que presenta el colectivo de trabajadoras extranjeras, retomando las aportaciones ya realizadas y tratando así de acometer el trabajo desde una perspectiva interdisciplinar.
Desde esta concepción, la finalidad particular perseguida con la realización de su investigación ha sido analizar si, ante la indiscutible presencia de estas mujeres extranjeras en nuestro país, la política migratoria ha tenido en cuenta un enfoque de género, y si a su vez, la política de empleo ha contemplado la inserción sociolaboral de estas mujeres, como vía principal para garantizar la autonomía económica y el acceso a los derechos sociolaborales derivados de la condición de trabajadoras. Todo ello teniendo en cuenta además la actual coyuntura económica que a su vez ha generado una serie de decisiones jurídico-políticas tomadas de manera reciente, entre las que cabe señalar la supresión del Fondo para la Integración de las personas inmigrantes, así como la reforma introducida en el derecho a la asistencia sanitaria de las personas extranjeras, mediante el RD-Ley 16/2012.
La autora partiendo del tradicional tratamiento diferenciado entre mujeres y hombres en el ámbito del trabajo asalariado, que ha supuesto una menor consideración social del trabajo de la mujer, y que le ha atribuido ciertos roles, afirma que éstas han padecido una auténtica desigualdad de oportunidades en cuanto a su inserción y promoción en el mercado de trabajo, que en numerosas ocasiones la propia regulación laboral ha venido profundizando y perpetuando. Este hecho, en relación con las mujeres trabajadoras extranjeras, se traduce en la existencia de una doble fragmentación del mercado de trabajo: una segmentación racial y una segmentación por razón de sexo, lo que ha abocado a la mayoría de estas mujeres a participar en este mercado a través de ciertos nichos laborales, ubicados en los segmentos más bajos del mismo, con independencia de su formación y de sus capacidades, destacando entre ellos el empleo doméstico, que ha constituido en ocasiones la única vía de entrada al mercado de trabajo español para estas mujeres extranjeras. Una demanda en este sector que se relaciona en gran parte con las dificultades de conciliación entre la vida laboral y familiar de las mujeres autóctonas, unida al escaso desarrollo de servicios de atención a la familia que por lo general, ha venido caracterizando nuestro Estado de Bienestar, que concede a la institución familiar, y de manera más concreta a la figura femenina, un relevante papel de soporte económico y social, sustitutivo de las políticas de bienestar, lo que ha generado una importante demanda en torno al ámbito de las tareas domésticas y la atención a las situaciones de dependencia. Por tanto, estas trabajadoras extranjeras se insertan en un mercado de trabajo acusadamente discriminatorio con las mujeres, pese a los avances de los últimos años.
De este modo, una parte fundamental de esta obra aparece destinada a realizar un análisis de la regulación laboral y de Seguridad social del sector del empleo doméstico, tras los recientes cambios normativos, ante la especial repercusión que éste conlleva sobre las mujeres extranjeras en nuestro país, dado que dicho sector representa en gran parte de las ocasiones, el paradigma de inserción laboral para estas trabajadoras en España.
También es posible encontrar en esta obra las principales aproximaciones teóricas surgidas en torno al estudio de género, y su incidencia en la conformación de los conceptos de ciudadanía e inmigración, especialmente su configuración en el ámbito del trabajo, teniendo en cuenta el reconocimiento de la igualdad y la no discriminación en los textos internacionales, comunitarios y por supuesto estatales, y su implicación desde el punto de vista de la población extranjera. A este respecto, la LO 3/2007, de 22 de marzo para la Igualdad efectiva de mujeres y hombres, reconoce de manera manifiesta que la igualdad de género que debe aplicarse en los diferentes ámbitos de actuación, así como la posibilidad de adopción si fuera necesario de medidas de acción positiva, debe también contemplar y extenderse a la mujer extranjera como sujeto de derechos, susceptible de experimentar situaciones de desigualdad por su especial vulnerabilidad. Esto ha constituido un pilar básico de este trabajo de investigación sobre el que se ha construido una parte fundamental de su argumentación.
En este sentido, Raquel Vela recalca el hecho de que es indispensable la incorporación de la perspectiva de género por parte de las Administraciones Públicas en todos los ámbitos de actuación. El género es una variable que no está todavía suficientemente considerada, si bien es cierto que de manera notable en las últimas décadas, en el ámbito de las Ciencias Sociales, los estudios de género han contribuido ya a importantes reformulaciones de los fundamentos disciplinares de algunos campos del conocimiento. En esta misma línea, y desde instancias Comunitarias se establece el análisis de género como una variable más equiparable a cualquier otra, cuya relevancia debe ser tenida en cuenta, reconociendo la necesidad de incorporar el análisis de género a la investigación científica. Un reconocimiento que también se plasma a nivel estatal en la Ley 14/2011, de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que recoge la necesidad de promover