LADERO QUESADA, MIGUEL ÁNGEL
La larga carrera administrativa del madrileño Francisco de Vargas culminó a mediados de 1506 con su nombramiento como Tesorero Real, oficio que ejerció hasta septiembre de 1523, pocos meses antes de su fallecimiento. El Licenciado Vargas manejó una masa de dinero mucho mayor de la que habían tenido a su cargo otros tesoreros regios en tiempos inmediatamente anteriores: en torno a cuatro mil millones de maravedíes, equivalentes a once millones de ducados de oro, el sesenta por ciento de ellos durante las gobernaciones del rey Fernando y el cardenal Cisneros en Castilla. Su tesorería fue entonces un engranaje clave para el funcionamiento fiscal y financiero de la monarquía, y el conocimiento de la contabilidad a que dio lugar es hoy indispensable para mejorar nuestros conocimientos sobre aquella época.